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miércoles, 27 de agosto de 2014

Entrevista a Carlos París sobre la "época de la mentira".




Extracto de una entrevista a Carlos París (1925-2014), Presidente del Ateneo de Madrid, en relación al acto inaugural del pasado curso académico, en el cual disertó sobre “la época de la mentira”.

(Basado en el artículo de ALEJANDRO TORRÚS Madrid 18/10/2013.  Público.es).

- Ha señalado reiteradamente en su conferencia que el engaño ha estado presente a lo largo de toda la historia pero que, sin lugar a dudas, es esta la época de la mentira. ¿Por qué cree que el tiempo actual puede ser calificado como la época de la mentira?
- Por dos razones. Los medios de comunicación tienen más potencia que nunca y están controlados por el poder por el coste que supone mantenerlos. El otro motivo, más fundamental, es que la mentira se ha encarnado en nuestra propia civilización. La estructura misma de la civilización es engañosa. Es ficticia. Es mentira.

- ¿La civilización occidental actual está basada sobre la mentira?
- Sí. Se proclaman los ideales de la Ilustración: la democracia, el progreso, la igualdad, la libertad... y, sin embargo, se están traicionando y aplastando estos ideales. Los indignados dicen: "Lo llaman democracia y no lo es". Tienen razón. Entre las declaraciones teóricas y la realidad hay un abismo de diferencia. La OTAN no es órgano que sirva a los intereses de la justicia sino a los intereses de las clases dominantes. La ONU hacen aguas por muchas partes. Tienen un Consejo de Seguridad no democrático constituido por los grandes países que ostentan las armas de destrucción masiva y las decisiones de la Asamblea General no son atendidas como se ve en el caso de Israel y EEUU. "El capitalismo productivo se ha convertido en un capitalismo especulativo, de casino, financiero" 

- Cuando ha enumerado esta serie de instituciones asentadas en la mentira durante su conferencia también ha hecho referencia a la economía. ¿Es la economía la mayor mentira de todas?
- Sí, ciertamente. Esta economía está ligada a la evolución del capitalismo, que se ha convertido de un capitalismo productivo a un capitalismo especulativo, de casino, financiero. La política que está siguiendo favorece a las clases dominantes y los grandes países frente a las clases populares y los trabajadores. Además, la aplicación de estas políticas está produciendo hambre, miseria y está aumentando la mortalidad allá donde se aplican. De hecho, hay toda una corriente crítica de economistas que denuncian estas políticas oficiales sólo benefician a las minorías.

´¿Los mentirosos son conscientes de que están mintiendo?
- Hay un fenómeno muy curioso que es el del mentiroso que acaba creyéndose sus propias mentiras y mintiéndose a uno mismo. No descarto que a fuerza de repetir estas mentiras acaban de alguna manera asimilándola. De todas formas, siempre hay alguna dosis de cinismo. Es como los dirigentes, que no son creyentes, pero que afirman que la religión es buena para el pueblo. Claro, la mente humana en este sentido es muy compleja. Sartre hablaba de la mala fe y la mala conciencia. Creo que hay un fenómeno de falsa conciencia y de autoengaño pero partiendo siempre de una actitud de interés. Cuando se tiene interés en algo uno tiende a engañarse y a pensar que este algo es bueno para todos.

- ¿Cómo se desenmascaran estas mentiras?
- El modo son las protestas populares a las que estamos asistiendo. Creo que hace falta una movilización de la opinión pública mucho mayor y también más medios de comunicación independientes. La destrucción, sin embargo, de los medios de comunicación progresistas viene del siglo XIX, como bien recoge Chomsky en un libro suyo. El problema es que la televisión sigue teniendo un gran poder y sólo puede estar en manos de grupos que tienen mucho poder. De hecho, la mayoría de las televisiones de la TDT son completamente reaccionarias.

- También ha afirmado en su conferencia que en esta época de la mentira, el país más desarrollado en el fenómeno de vivir sobre un suelo de mentiras es España. Debo preguntarle otra vez por qué.
- En España se ha ocultado lo mejor de la historia de España, como fue la II República, la lucha por defenderla y la lucha contra la dictadura. También se ha ocultado la represión del franquismo y esta versión de la historia se ha llevado al diccionario de la Real Academia de Historia pasando a ser una especie de versión oficial. Todos los países que han sufrido dictaduras han juzgado a sus responsables. En Alemania o Italia no se concibe que haya símbolos recordando la etapa fascista y nazi. En España, con plena impunidad, se sigue defendiendo el fascismo y ocultando la verdad. Las fosas sin desenterrar y la expulsión del juez Garzón de la carrera judicial son significativas de la magnitud de la mentira en España.

- ¿Esta es la única mentira?
- No, no. Mentiras se pueden sacar todos los días. Las declaraciones de empresarios que oímos tan frecuentemente, sin ir más lejos, suelen ser mentira. O la afirmación del ministro Montoro de que los sueldos continuaban subiendo. Este caso es un ejemplo de cuando la mentira te lleva al ridículo. Pero se nos está diciendo sistemáticamente que se va a crear empleo y que vamos a salir del túnel, que ya se ve una luz y que el panorama está mejor. Todas estas afirmaciones tratan de fomentar ilusiones en la gente y engañarla. Antes te adoctrinaban para tener fe en otra vida después de esta, ahora te hablan de una vida futura en esta tierra, pero no se ve que caminemos hacia ella.

- ¿Qué nos queda de verdad?
- La verdad está en el pueblo, en las masas, en que estas masas salgan del engaño. Creo que hay un descontento generalizado, no solo de los indignados. Las huelgas son constantes por Sanidad y por Educación. El descontento está en la realidad. Ahora hace falta que ese descontento se canalice y que, además, se totalice, que no sea sectorial. Hace falta una protesta unitaria. Esta protesta, además, tiene que articularse políticamente.

- ¿Con qué objetivo?
- Llegar al poder. Hay que pensar en dos maneras de remediar este descontento. Uno seria la III República. La República debe ser el medio por el que salir de esta situación de engaño. El otro es la colectivización de los medios de producción. Una sociedad democrática es aquella que tiene los medios de producción y de comunicación en manos de la colectividad y no en manos de una minoría. Con una República se superarían gran parte de estos vicios y corruptelas que heredamos del franquismo.




lunes, 25 de agosto de 2014

En la época de la mentira.

Obra póstuma de Carlos París de reciente aparición. Será la primera lectura del curso que se iniciará próximamente (solo figura aquí la primera página del índice).

miércoles, 20 de agosto de 2014

En defensa de la inteligencia.


Bajo la advocación de Leonardo da Vinci se fundó en Florencia, a principios del siglo pasado, una revista titulada ‘Leonardo’(1) órgano de expresión de un grupo de jóvenes intelectuales que sería germen de los más representativos movimientos filosóficos y culturales italianos contemporáneos. La elección del nombre de la revista augura sus pretensiones: la figura de Leonardo simboliza la síntesis del espíritu humano en el arte, en la ciencia y en la técnica.

La fundación de este grupo en la ciudad de Florencia - simbiosis fecunda de arte y naturaleza- también tiene su significado. Florencia refleja armónicamente la serenidad de la vida que los leonardianos buscaban en el arte entendido como sugestiva manifestación de la belleza.

En este marco se plasmó un grupo de pensadores, filósofos y escritores de diversas tendencias pero todos deseosos de desarrollar una vida intelectual que supusiera la superación de la mediocridad y el estancamiento en el que se encontraba la inteligencia a principios de siglo XX por influencia de un cierto positivismo expresión del capitalismo masificador y empobrecedor de las conciencias. De ahí su vocación de oponerse a todo tipo de gregarismo y servilismo para con el sistema. 

Los leonardianos se consideran individualistas, en tanto la individualidad es el lugar de fundación del saber y el conocimiento. Entendiendo al individuo como vida, como existencia humana concretaRechazan una religiosidad sobrenatural, asumiendo el paganismo como la forma más natural de religiosidad que ofrece al hombre un horizonte de plena actualización de sus potencialidades -tan bien representadas por Leonardo, como individuo y por Florencia como sublimado contexto: ¿al fin y al cabo, qué otra divinidad puede concebirse más allá del hombre mismo? Cada uno de nosotros es, metafóricamente hablando, divino: un dios -aunque un dios caído; pero que puede levantarse, encaminándose hacia la sabiduría (el triunfo del espíritu -la inteligencia y los sentimientos).

Este grupo estaba integrado por personas que sustentaban posturas filosóficas muy distintas y se caracterizó por protagonizar ásperas  disputas contra la filosofía académica a la que acusaban de ‘gélido intelectualismo’ y ‘erudición muerta y vacía’.

Este resurgimiento, que protagonizaron los leonardianos hace más de cien años en Italia, implica una actitud de la inteligencia análoga (no idéntica) a la que se necesita en la hora presente: la defensa de un pensamiento que radique en la existencia de un hombre libre que sea capaz de denunciar la mediocridad de la ideología alienante que impera en nuestra sociedad. De ahí nuestra clara apuesta por la filosofía.  
  
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(1) Programma sintetico.
Un gruppo di giovani desiderosi di liberazione, vogliosi d’universalità, anelanti ad una superiore vita intellettuale si son raccolti in Firenze sotto il simbolico nome augurale di Leonardo per intensificare la propia esistenza, elevare il proprio pensiero, esaltare la propria arte. 
Nella VITA sono pagani e individualisti -amanti della belleza e dell’intelligenza, adoratori della profonda natura e della vita piena, nemici di ogni forma di pecorismo nazareno e di servitù plebea.
Nel PENSIERO sono personalisti e idealisti, cioè superiori ad ogni sistema e ad ogni limite, convinti che ogni filosofia non è che un personal modo di vita -negatori di ogni altra esistenza di fuor dal pensiero.
Nel ARTE amano la trasfigurazione ideale della vita e ne combattono le forme inferiori, aspirano alla bellezza come suggestiva figurazione di una vita profonda e serena.
Fra l’espressioni delle loro forze, dei loro entusiasmi, e dei loro sdegni sarà un periodico intitolato ‘LEONARDO’.









martes, 19 de agosto de 2014

Mis clases grabadas de Historia de la Filosofía.

Aquí se pueden encontrar algunas de mis clases grabadas que he publicado en You Tube. A través del siguiente enlace pueden encontrarse con facilidad.

https://www.youtube.com/channel/UCie-WzUQeaFRNOPtS5gEsOQ

lunes, 18 de agosto de 2014

Reseña y conclusiones del III Encuentro Filosófico de Navalafuente.

La razón no puede florecer sin esperanza. La esperanza no puede hablar sin razón” (E,Bloch)

Yaneyre, Rocío, Eduardo, Karla

Karla, Miguel, Vicky, Juan Antonio
Juan Antonio, Pilar, Javier











En esta ocasión se integraron a nuestro grupo dos nuevas amigas: Mónica y Karla. Y recibimos la visita de Vicky, Pilar, Miguel y Javier. De  los más habituales asistieron: Arantxa, Rocío, Juan Antonio, Javi, Yaneyre, María Victoria y Eduardo. Al no poder asistir, Alex y Francisco nos enviaron su aportación escrita que leímos durante la reunión. En todo momento estuvo presente el recuerdo de nuestro amigo el filósofo Carlos París -fallecido el 31 de enero de este año - quien había participado en nuestro encuentro anterior y al que rendimos un entrañable homenaje.

La 'sabiduría' como vía para vivir mejor y feliz, fue el primer tema que tratamos esa tarde. Más allá del discurso academicista, es necesario comprender que la verdadera sabiduría es aquella que nos convierte en seres inteligentes emocionalmente y nos permite aprovechar lo que aprendemos a nuestro favor. El conocimiento nos hace libres, el saber nos libera de todos esos miedos que nos bloquean y no nos permiten actuar. Es frecuente considerar que poseer muchos conocimientos académicos y tener carreras universitarias es fundamental para "triunfar" y ser feliz. Pero en nuestro análisis no nos referíamos a este tipo de saber, sino a un conocimiento y sabiduría que han de contribuir a nuestra realización como personas. La sabiduría como motor vital. .

Como es natural no llegamos a una conclusión definitiva, sino que la cuestión  quedó abierta para próximos reuniones en las que se tratarán algunas de las claves que aquí salieron en mayor profundidad. Aún así quedó claro que entender la sabiduría como mera información no es lo que buscamos. Necesitamos saber vivir y para ello es fundamental poseer una clase de conocimiento que nos proteja del miedo a la incertidumbre y que nos permita ver el día a día como nuestro proyecto primordial, una sabiduría que nos aleje de la esclavitud a la que nos someten las estructuras de poder. Una sabiduría que nos ayude a ser justos y nos permita ser libres.

Apenas sin darnos cuenta pasamos al segundo tema 'moralidad o complicidad'. Un asunto que da para mucho, pues es muy difícil delimitar nuestro grado de responsabilidad ético-moral ante las cosas que ocurren a diario en nuestra sociedad y en el mundo. Desde el principio estuvimos de acuerdo en que es fundamental admitir nuestra parte de responsabilidad y bregar por el cambio partiendo de nosotros mismos. En este punto recordamos ideas sobre la moralidad de pensadores como Bertolt Brecht, Descartes, Kant o Aristóteles.  La necesidad de encontrar un modo de luchar contra las estructuras perversas que generan esto fue lo que despertó nuestro mayor interés. Estuvimos de acuerdo de que es necesario un cambio que nos permita confiar en la posibilidad de la igualdad, la justicia y la paz.

Todos en mayor o menor medida somos responsables de la situación actual. En nuestro análisis estuvimos de acuerdo en aceptar que los cambios deben surgir desde abajo, pues cuando el sostén de las estructuras que manejan nuestro mundo globalizado se mueve, lo de arriba debe cambiar o caer, al no haber nada que lo soporte. Es necesario alcanzar un alto nivel de compromiso moral para que este se haga visible al resto y acabemos de convencernos de que la idea de un mundo mejor no es una simple utopía. No debemos ignorar lo que ocurre a nuestro alrededor esperando a que venga otro y lo cambie, cada uno de nosotros con pequeños detalles puede ayudar a ir socavando los cimientos de esas estructuras que nos engañan, alienan y oprimen. Es menester reeducarnos en la esperanza de que un nuevo mundo es posible. El cambio debe partir de nosotros mismos, no debemos ignorar lo que sucede a nuestro alrededor y no debemos creer que lo único que podemos hacer es manifestarnos en la calle, sino también en nuestros hogares, en el barrio, en nuestros puestos de trabajo. Tenemos que reinventar nuestro modo de vida. Cambiar ese pensamiento que nos hace ver lejanos los problemas ajenos y nos lleva a creer que estos nunca nos afectarán de manera directa. Somos seres individuales pero nuestro comportamiento individual influye muchísimo, aunque no seamos de demasiado conscientes de ello, en el comportamiento colectivo.

Tenemos que abandonar la actitud de creer que no podemos hacer nada para que cambien las cosas. Está claro que lo que hagamos hoy no tendrá un resultado inmediato, pero podremos dejar una herencia para los que vienen detrás. Que encuentren un mundo mejor que el nuestro. Digamos adiós al conformismo y demos la bienvenida a un pensamiento y a una sabiduría práctica que contribuya a la regeneración de nuestra sociedad.

Mi actitud vital: soy un creyente con esperanza pero sin fe” (C. París)

(Esta redacción está basada en las notas que ha tomado Yaneyre Martínez McDonald. Vaya nuestro agradecimiento por esta tarea). 

Yaneyre, Javi y Mónica


Miguel, Karla, Arantxa


Pilar, Javier, Rocío, Eduardo, Karla, María Victoria

¿Se puede ser moral sin tener en cuenta al "otro"?

(Mi pequeña participación desde la distancia: breve reflexión acerca de los temas que tratarás esta tarde en la reunión a la cual  desafortunadamente no puedo asistir. Un abrazo, imagino que lo pasaréis genial. Alex). 

Creía Aristóteles que sabios no son los que más sabiduría llegan a atesorar, sino aquellos que tienen  como virtud la prudencia. En algún momento del camino, decidimos cambiar esa prudencia  por la perversión de esta virtud: la audacia. Mientras un hombre prudente nunca arriesgará la felicidad del otro, el  hombre audaz nunca tendrá en consideración tal norma moral. Desde esa pequeña brecha hasta el abismo utilitarista de nuestros días,  recorremos un camino que nos dota de una moral que tiene como característica  la ausencia del otro y ¿Se puede ser moral sin tener presente al "otro"?  Todos los días vemos surgir normas que no tienen como fin la inclusión del otro en nuestro imaginario, sino la de mantenerlo alejado.


Bertolt Brecht lo sintió y nos advirtió de manera maravillosa acerca de esto: "Primero se llevaron a los comunistas, pero a mi no me importó porque yo no lo era; enseguida se llevaron a unos obreros, pero a mí no me importó porque yo tampoco lo era; después detuvieron a los sindicalistas, pero a mí no me importó porque yo no soy sindicalista; luego apresaron a unos curas, pero como yo no soy religioso, tampoco me importó; ahora me llevan a mí, pero ya es demasiado tarde".

Recuperar la capacidad de sentir plenamente al otro, implica un ejercicio de reflexión por el cual nos situaremos activamente,  en una posición que,  de la cual, de alguna manera, nos era desconocida. Somos -al igual que Aristóteles y al igual que B. Brecht- unos metecos, unos exiliados de nuestra condición de esclavos,  pero a diferencia de ellos nosotros todavía tenemos que asumir dicha condición. Asumir nuestra condición de todo aquello que bellamente expresa B. Brecht en el poema, no significa nuestra cosificación en una categoría determinada, significa un horizonte de posibilidades desde donde juzgar y obrar correctamente, desde donde recuperar la voluntad libre. 

Ya no podemos, al menos ya no inconscientemente, ver al otro como a un extranjero, un inmigrante, un paria, un exiliado, un perdedor. Ahora sabemos que, pertenecemos a ese "otro". Nuestras acciones adquieren de este modo una perspectiva moral de la que carecían anteriormente y en esta nueva dimensión moral surge Kant  y su "prudencia práctica"  que, al igual que la sabiduría Aristotélica, o la experiencia de B Brecht, también hoy es denostada y pervertida  en este mundo utilitarista. 
"Obra de tal modo que uses la humanidad tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin y nunca solamente como un medio" Ignoro cuales serán las acciones correctas a seguir en nuestra intención de dejar atrás este mundo utilitarista, pero sin duda creo que ese mandato kantiano nos sería de ayuda.


       ALEX VILLAR

viernes, 15 de agosto de 2014

Programa del III Encuentro Filosófico de Verano de Navalafuente..

Programa de la reunión del sábado 16 de agosto.

19:00. Recepción de los participantes en el encuentro
.
19:30. Comienzo (puntual) de la reunión de análisis y debate filosóficos
- Homenaje a Carlos París.
- Introducción al seminario por parte de Eduardo Agüero.
- Análisis y comentario del primer texto (Filosofía y sabiduría).
- Análisis y comentario del segundo texto (Moralidad o complicidad).

21.00-21.45. Descanso y paseo por el pueblo.
22.00. Cena y sobremesa (sin hora fija de finalización).

Desarrollo del encuentro:

Una vez hechas las presentaciones (hay nuevos participantes) se recordará la figura de Carlos París (quien asistió a la reunión del verano anterior en esta misma casa).
Seguidamente haré una breve introducción para recordar cuál es el sentido de esta comunidad de amigos y volver a explicitar nuestros fundamentos. Creo que esto se hace necesario, también, al haber nuevos invitados.

Continuaremos con el tema 1, con cuestiones tan relevantes como: ¿Cómo he de vivir? ya que no estamos tratando de teoría, sino de práctica -de experiencia. No se trata de ciencia, sino de vida."Se filosofa para salvar la piel y el alma" Pero para obrar correctamente hay que saber juzgar correctamente -diría Descartes.

Pasando al tema 2, sin perjuicio de las preguntas que ya han enviado otros amigos, centraría el debate en esta cuestión: ¿qué responsabilidad tenemos en que determinadas estructuras perversas perduren y qué estaría en nuestra mano para sustituirlas por otras?
Por supuesto que se plantearán todas aquellas cuestiones que los participantes deseen. Al principio del debate (para ordenarlas) o al hilo del mismo.

Durante la cena y la sobremesa (es un encuentro entre amigos) seguro que continuará el diálogo de una manera más distendida. Imagino que hablaremos de todo lo humano y divino...

¡Auguro una velada inolvidable!

lunes, 4 de agosto de 2014

Reflexión sobre el desempleo (Fco. Javier Cruz)


La realidad del empleo en España. (Extracto de un escrito presentado por Fco. Javier Cruz Lendínez, participante en el curso "Filosofía como Terapia").

La realidad del empleo en España, según las últimas cifras del pasado primer trimestre de este año, es que se sigue destruyendo empleo. La ocupación de empleo retrocede en 184 mil personas. La tasa de empleo en marzo se planta en el 25,93% y la EPA del IN sitúa a España en un tímido descenso de 2.300 parados. 
Cabe destacar que, según la EPA, que las personas en edad y disposición de trabajar bajó en el último año en 424.500 personas. Sobre todo se aprecian épocas estacionales en las que repunta el empleo, pero existen otras en las que ocurre todo lo contrario. Muchos jóvenes salen del país en busca de un empleo y les permita desarrollar sus capacidades profesionales, en concreto, desde el año 2008 hasta finales de 2012, han emigrado en torno a unos 400.000 personas. La tasa de paro juvenil en el último trimestre de 2013, según datos del INE, es del 55% y del 30,9% el de mayores de 45 años. 
El problema principal será volver a recuperar los 3,6 millones de empleos que se han perdido durante la crisis y encontrar el sector que vuelva a activar la economía y promueva nuevos empleos. Lo que ocurre es que el empleo que se está creando es empleo precario, temporal e inestable y no permite la reactivación de la economía ni la calidad de vida de los y las trabajadores y sus familias. Recordamos que el empleo indefinido que se genera es prácticamente inexistente y el número de empleos por horas sigue aumentando y los parados de larga duración también. Este es mi caso.
Toda esta situación impuesta obedece a un planteamiento ideológico, por parte de las políticas neoliberales, que se basan en la priorización de la financiarización de la economía sobre la economía real o productiva y en la acelerada privatización de lo público.  A este panorama hay que añadir que el número de hogares sin ingresos ha crecido durante estos años. Ya se está hablando de entorno a un millón de familias en que no existen ingresos y a dos millones en el que todos sus miembros están en paro. Esta realidad está recrudeciendo la vida de las familias y cebándose sobre todo en los más débiles, los niños.

Situación personal.

La primera vez que me quedé sin empleo, allá por el año 2006, tuve la sensación de que iba a ser temporal. Tenía en perspectiva unas oposiciones para la Universidad y me sentía motivado para afrontarlas.
Transcurrieron prácticamente dos años hasta que se realizó la prueba y las fuerzas ya se habían disipado. Todo este periodo supuso mucho desgaste y mis capacidades de adaptación a las nuevas exigencias no fueron al final suficientes. No superé ni siquiera el primer ejercicio de la oposición. Aparte de las oposiciones me presenté a algunos puestos de distintas administraciones públicas, a veces con éxito y otras sin éxito, pero sin plaza ni puesto fijo, sino temporal.
Cabe resaltar que durante esta etapa, la frustración y el sufrimiento personal fueron muy importantes. Estas circunstancias y vivencias supusieron una pequeña depresión y decepción, en cuanto a mi visión global del mundo y también de mí mimo. Nunca me había sentido así.
Es por esto que me planteo ahora la importancia que tiene en mi vida el trabajo profesional o remunerado: la actividad laboral, el tiempo de trabajo. Aunque ahora tengo la impresión de que es posible que no vuelva a trabajar fuera de casa lo haré de forma esporádica y temporal. Así llegué a concluir que el eje de mi vida tal vez no tuviese que ser el trabajo remunerado, aunque resultara paradójico que mi formación académica durante más de veinte años de mi vida estuviera orientada a tal fin. Todas estas cuestiones las tengo muy presente. Incluso llegué a plantearme iniciar una aventura empresarial, pero aunque fuesen viables no resistían el filtro de la financiación. En definitiva, tuve que plantearme, finalmente, asumir el rol de amo de casa, a pesar de haber sido impuesto y no una opción o vocación. 
Ya han pasado tres años desde la última vez que me quedé sin empleo, desde el 2011. Ahora trabajo en casa y ese trabajo es tan digno como otro cualquiera. Si bien la cuestión de los roles es lo que llevo peor, pero no por mi condición sexual, sino porque tengo que aceptar este nuevo rol en el ámbito familiar. Nunca me he considerado machista, porque mi madre se ocupó bien de ello, pero la sociedad no me preparó para asumir este nuevo rol. De hecho me cuesta esfuerzo asumirlo tras más de dieciséis años de trabajo profesional y que me permitía también mi desarrollo personal.
Al principio, me sentía desubicado y desorientado como el que pierde un miembro y aún tiene la sensación de que lo conserva. Las rutinas del trabajo debía cambiarlas por otras rutinas. De hecho eso es lo que más me costó asumir. Como cuando regresabas de las vacaciones estivales y tenías que volver a la rutina académica. De hecho es significativo que en este periodo, y tras las vacaciones de navidad, suelen salir al mercado las enciclopedias por fascículos o las casitas de muñecas por entregas. 
Es cierto que el trabajo remunerado, el empleo, en el que uno se forma o uno se dedica por vocación, principalmente, debe procurar los medios necesarios para una vida digna, en la que se satisfagan al menos, las necesidades fisiológicas y de vivienda, cultura y educación, etc., y también a los que son dependientes de ese salario. Ahora comprobamos que no es posible con un sueldo sacar adelante a una familia ni a uno mismo. Los salarios de pobreza como ahora existen. También entiendo las dos dimensiones del empleo: el desarrollo personal y profesional y el de socialización.. Yo ahora busco otros espacios de socialización como son una ONG, ampliando la formación, por ejemplo, mediante este curso.

Está claro que necesitamos desarrollar todas nuestras capacidades y cubrir nuestras necesidades. Yo envidio -envidia sana- cuando encuentras testimonios de personas que se desarrollan en sus trabajos y al mismo tiempo cubren sus necesidades vitales. Es cierto que en muchas ocasiones no es así. Tenía esa experiencia cuando trabaja fuera de casa, porque mi empleo me lo permitía. Ahora debo buscar otra actividad, en este impass sin trabajo remunerado, que cubra ese vacío. 
Cuando las necesidades básicas como son la vivienda o la alimentación, la cultura, la salud y la educación las dejamos en manos de intereses privados, ocurre lo que ocurre. La iniciativa privada es necesaria, pero cuando busca el bien común y no el beneficio a toda costa. De hecho a mi me echaron del trabajo en las dos ocasiones, debido a los recortes en servicios sociales y en subvenciones, gracias a esta crisis económica. Por este motivo se implanta el miedo en todos los ámbitos de la vida diaria, si peligran los resortes y medios que la soportan. Ahora todo se sustenta en un mercado que va creando necesidades vanas que desplazan y desvían la atención de las necesidades vitales impidiendo, incluso, que éstas últimas sean garantizadas para todo el mundo Es lógico que sea el miedo a no tener cubiertas esas necesidades el que se instale e inunde todo y provoque multitud de reacciones, algunas adversas, otras de indiferencia, pero todas, en definitiva, son mitigadas y aplacadas por el propio sistema que lo ha generado.

Propuestas.

Para superar esto hay que, en primer lugar, garantizar a todo el mundo sus necesidades básicas. Desde ahí, comenzar a ver qué cuestiones debemos cubrir entre todos y todas. Qué aspiraciones como humanidad debemos satisfacer. Sin este mínimo garantizado se pierde demasiada riqueza humana e intelectual. Sobre todo pasamos por este mundo y esto es lo más triste, pienso yo, sin saber cuál es nuestro lugar en él.
No dejando las necesidades básicas en manos privadas y en los caprichos del mercado y evitar que esas necesidades básicas se conviertan en fuente de desigualdad y de opresión.
El problema de no saber el lugar que ocupamos en el mundo se soluciona en aceptar la realidad en que uno se desenvuelve y al mismo tiempo hacer lo que esté en nuestras manos, sobre todo, referido a nuestros hijos y a los jóvenes, ya que de ellos depende también, fundamentalmente, que esto cambie. Debemos seguir luchando porque sea posible un mundo en el que cada uno encuentre su lugar y su tiempo de vida sea lo más fructífero y digno posible.

En definitiva, debemos recuperar nuestro tiempo de vida, y no reducir la vida humana al tiempo de trabajo. Esto llevaría a recuperar el tiempo cronológico, el tiempo personal, el tiempo familiar y el tiempo social.
La clave estaría en promover y procurar una autonomía económica a todos los seres humanos que les permitiera cultivar su identidad personal y su integración social, teniendo en cuenta que estas funciones antes las cumplía el trabajo y ahora es necesario replantearse el proceso productivo, partiendo del servicio a la persona del trabajador y de su familia, porque sólo de esta manera se puede hablar de servicio de la sociedad y de bien común.

Conclusiones.

En definitiva, considero, a modo de conclusión, que es posible encontrar nuestro lugar en el mundo, a pesar de todos los inconvenientes y dificultades que se presenten.
Es imposible ser impermeable a los cambios y procesos de cambio tan bruscos que se están produciendo en las últimas décadas entorno al empleo a nivel mundial. A mi me ha tocado vivir en primera persona este proceso de transformación y no sé hacia dónde nos llevará el futuro. Lo que sí tengo claro es que no caeré en la trampa de ser un nuevo emprendedor que se arriesga en la jungla de la competitividad y se enfrenta al resto de individuos como si un depredador sin escrúpulos. Tengo claro que la salida solo puede venir de la cooperación para la producción de necesidades básicas y desde la concepción de una sociedad como comunidad solidaria. He tenido experiencia de esta alternativa, desde algunas iniciativas concretas que, aún siendo tímidas, han sembrado una nueva semilla que seguro germinará si se sigue cultivando. El reto es conseguir hacerse un hueco cada vez más significativo e importante en este mundo y que éste nuevo estilo de producción nos llene y satisfaga plenamente.